Tanto calor en el vientre,
geste fuego que me quemaba,
gesto no me faltaba
di vuelta hacia afuera
ahora el fuego me alumbraba
como amaba...
cuando amaba, no quemaba
me adoraba
igual que el corazón caliente de un pichón
a punto de ser devorado,
de piel suave y huesos fragiles
hambrienta
desesperada como aquella madre
que ya no sabe cuanto mas buscar en la tierra
angustiada como la pésima noticia de la ausencia.
Enterrada
barro tosco que no toco,
toca la madera seca
se prende fuego
y crece con el cuerpo
como con la tormenta,
crece con la lluvia recibida por la tierra,
crece
pichón, crece
corazón se acelera
madre desespera
crece
vuela alto,
corazón vuela alto en la tierra
prendete fuego como la madera que incinera
cae al suelo,
nutre el cuerpo que se eleva,
salva al alma de la pena.