Margarita Schultz

Desnuda estás

 

 

Y no teniendo espacios

El tiempo del alma

Dobla ella un recodo

            Sin embargo

 

Una esquina cualquiera de su tiempo

 

Allí estaba el imprevisto vuelco

La pequeña marca del caos

El vuelo que levanta la piedra

El peso inexplicable

Que trae el ala a tierra

 

Vamos

Bájate de tu tamaño

Alma mía

Desnuda estás

No hay oropeles ni carmines

No hay ilusiones incumplidas

 

Allí solo hay

Una figura que avanza

Descalza, como debe ser,

A encontrar su rostro