Sin previo aviso
esa nube negra
se cierne sobre mi,
empañando mis ojos,
haciendo temeroso y desconfiado
a mi pequeño corazón,
siembra la duda por doquier,
el miedo se hace
nuevamente dueño de mi ser...
La sombra del pasado,
el fantasma del fracaso
y la duda
se apoderan
de mi pequeño mundo,
anulando mis fuerzas,
mi determinación
y mi fe...
Vuelvo a quedarme vacia
seca y sin vida,
aunque sé que todo pasa
por aceptar la tormenta,
volverá a salir el sol...
pero tengo frío,
la tormenta aprieta,
arrancando mis ligeras vestiduras,
quedando expuesta
a depredadores y
a mi mayor verdugo...
yo misma...