Canto I.
A mitad de la vida me encontraba,
en el lado oscuro del camino
entre todos los perdidos y olvidados,
que aullaban pidiendo auxilio.
Y a mí vinó una fiera,
de negro pelaje y ojos azules,
que vagaba abandonada.
Salióme al paso cual fugitivo ángel,
lamiéndome las manos ,
entre las viejas ruinas de un puente,
y un pesebre lleno de gitanos.
y dándome las gracias ,
como si fueran alas con el rabo
para que le mostrara el camino.
E hicimos una legua juntos,
hasta mitad de una cima donde tenía ruina.
Unos ladridos entre los ladrillos,
anunciaron nuestra llegada.
Era la vieja Mayday,
que había tenido auxilio hacia años.
cuando un conductor piadoso,
pasó por delante de esta casa.
Yo quedé impresionado,
al escuchar el rugido del motor..
Fabricado en Alemania
La puerta del coche se abrió,
bajando una pequeña fiera,
y a toda velocidad el coche arrancó hacia abajo.
Quedando el animal desconcertado.
Así llegó a esta casa.
Años buenos los tuvo solo al principio.
Luego fuimos cayendo.
Con cal se fue cubriendo el alma.
La pobre fiera desdichada,
tuvo conmigo su reposo.
Y yo quedé maravillado,
cuando en cinco meses ,
tuvo un montón de cachorros.
Válgame el señor, exclame Yo.
Lo que hace la tranquilidad.
Fueron invocadas por mi,
todas las potencias del ingenio.
Que en esta tierra eran grandes,
lo que no sabía el demonio,
lo sabia hacer cualquier desgraciado.
Servicios sociales,
sueños de agricultor ecológico,
pedir socorro a amigos,
rebuscar entre los huertos acelgas y boniatos.
Pues en aquella época,
y en aquellas tierra de Castellón,
el Todopoderoso y sus ministros,
habían decido,
acabar con los más facinerosos.
Gente nacida para el tajo,
que ya no tenían tajo,
eran convertidos en vagos.
Y los que más cerebro tenían,
a esos los ministros,
los desterraban del país,
o los cubrían de pulgas.
Como barro salvaje ,
fueron creciendo los cachorros.
Mientras yo sostenía el hambre
que se nos abría por todos los castrados,
bajo sus pequeños colmillos,
con el pañuelo de los servicios sociales.
Afinamiento, suciedad, enfermedades,
iban tomando su infernal venganza.
Pulgas para limpiar España.
Lepra para purificar.
Alzheimer para bailar.
Cáncer Rectal.
Demencia para la paz.
sida, vicio.
Todo lo mejor,
servido para los elegidos del Señor.
Dios había puesto su sentimiento en el celo.
Este era el colofón de la creación.
Y la razón de putas, psiquiatras y chaperos.
Personas y animales enloquecían,
sino había nadie con quien aparearse.
Misterios del Señor,
que prodiga encuentros sencillos,
hasta en los lugares más excluidos.
Así fue como con el celo,
igual que les pasa a las personas.
Acudían a mi puerta,
docenas de perros cuando el celo.
Desde dentro de mi puerta,
la casa era un burdel infantil.
Los cachorros de apenas un año,
Perseguían a la vieja Mayday.
Sin importe que estuviera llena de pulgas.
Siendo una perra vieja, enana y fea.
Había que tener ánimo
para seguir yendo hacia abajo,
porque al final del todo,
estaba el cielo.
Angelillo de Uixó.