DESHOJANDO FLORES
Se oye el canto de los
murciélagos en una
noche difunta,
llevando los
recuerdos en collar
de aquellas lágrimas
de San pedro, se
escucha en la jaula
el eco de trompeta,
va deshojando
todas las flores
con olor de jardines
y debajo las sombras
donde se duerme
la serpiente que vive
en su tálamo
hecho de pétalos
marchitos y
de hierbas secas.
Siomara Henriquez de Goldman
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