claudio ramirez vasquez

EL RÍO Y YO.

Me zambullí en sus aguas turbulentas

de turbias marejadas caprichosas

las espumas balbucían clamorosas

por el arribo de una nueva tormenta.

 

Místico, Río de las Mariposas

caudaloso serpentéas la Cañada

alimentas con el Limo a tu amada

para hidratar su desnudez de moza.

 

Tus aguas mocas, disuelven a las rocas,

la erosiónan al rítmo del Danzón.

La piel de las Lutitas Bermellón

crepitan de emoción cuando te alócas.

Por ósmosis exítas y, si tocas

a uno de mis Yos. ¡ el audaz Asceta !

que con una visión ultravioleta

observa el escenario con tres ojos,

a las pétreas columnas de Lechos Rojos

que serán polvo cuando muera el Poeta.