¡Querida oyente que me oyes cantar consonante!
tu figura cubre el celoso secreto de tu hermosura.
Cumpliré con mi palabra si encuentro interesante
esa figura aceptando mi conciencia dura.
Quisiera aprender el bello arte de cultivar
un cultivo fructífero de jugosos frutos
ese erudito agricultor que sepa cosechar
y la siembra, sea a sus esfuerzos.
Si oyes mis palabras, buscas interés
encontrarás algo más enriquecedor.
Cálidos halagos, estancias inolvidables
veladas de intensa emoción alborotadora.
Ven junto a mí, aprendamos juntos a danzar y cantar
el destino dará vueltas una y otra vez
acoplarse al ritmo del compás de nuestro andar
el futuro será el tiempo de expresar nuestro ser….
En unas curvas sin fin…