De nada sirve que te lamentes,
de oportunidades perdidas en el amor,
de no haber atacado en el momento de ardor,
o de haberte quedado con dudas latentes.
De nada sirve que te lamentes,
si has hecho lo que has podido,
si has luchado con honor envalentonado,
y aún así has perdido y te has quedado sin simientes.
De nada sirve que te lamentes,
si me has fallado, no te preocupes,
yo ya lo he anotado en mi debe contable,
buscaré a otro que no me decepcione.
De nada sirve que te lamentes,
de no haber perdido perdón,
el perdón tiene un tiempo muy corto de actuación,
si no lo has hecho asume los torrentes.
De nada sirve que te lamentes,
de no haberme defendido cuando lo necesitaba,
de no ponerme de mi lado ante la nada,
ya no eres un amigo, eres un amiguete.