rosamaritza

NOTAS DE VIDAS (sobreviviendo al azar)-2-

 

 

Extenuados tras el cansancio de tanto caminar entre los matorrales, Rafael siente un gran desaliento, totalmente desmotivado y sin esperanzas exclama: ¡Basta ya! no darè ni un paso mas. -Y dime Rafael ¿que es lo que haràs?, sentarte a esperar a que te llegue la muerte, al igual que has hecho desde que perdiste a tu familia en aquel terrible accidente, soy yo quien te dice basta, la vida continua, yo pienso seguir adelante y estoy decidido a reconstruir mi vida a pesar de que nadie me espera, se trata de mi propia vida, y tu Carlos ¿que dices?. -Tambièn voy a luchar, no solo se tratà ahora de mi, yo al contrario de ustedes tengo un gran deuda que pagar, pero esta deuda es de amor que mi familia por tantos años me ha dado y yo simplemente he ignorado, cubriendo solo con dinero lo que realmente es invaluable el amor a tus semejantes. El mar me quito el marcador del tiempo, para darme una señal, y es que para todo hay tiempo. -Vamos amigo no te detengas tu vida vale el sacrificio de intentarlo. -Por alguna razòn que no conocemos, fuimos los elegidos al sobrevivir, muy por el contrario de nuestros amigos que fallecieron, o tu no piensas que a cualquiera de ellos les gustarìa encontrarse en nuestro lugar o al menos estar con nosotros, creo que sobrevivir es tambièn un compromiso espiritual que nos une a ellos en estos momentos. Rafael en silencio se levanta sin decir palabras y comienza de nuevo a caminar con ellos. Al cabo de un par de horas encontraron una pequeña corriente de agua, lloraron de alegrìa y chapotearon en el agua como niños durante unos minutos. Retomàron con brìo al pie de una pendiente sin detenerse en el afàn de ver que les aguardaba del otro lado. Al llegar a la cima divisan la vista de aquel valle y de un pequeño caserìo oculto entre los àrboles. En desesperada carrera cayeron dejando sus cuerpos rodar cuesta abajo, quedando por unos momentos acostados en la grama con la vista fija en el cielo azul y el paso de aquellas aves libres en el firmamento. Sebastìan se levanta y exclama: -A que esperamos comentemos a todos que sobrevivimos. Al llegar los auxiliaron aquel grupo de personas que vivìan en especie de una comuna. Les alimentaron y les dieron albergue por unos dìas hasta que se recuperaron. -¿Son ustedes sobrevivientes de la barca que se hundiò en la tormenta hace un par de dìas?. -Asì es señor, ¿hay alguna manera de regresar a nuestra ciudad?, y como es que ustedes viven aquì lejos de toda civilizaciòn. -Son muchas preguntas a la vez, por lo pronto le diremos que faltan un par de dìas hasta que lleguen los que tienen contacto con nosotros, mientras compartiremos con ustedes lo que les haga falta, ahora atendiendo la segunda pregunta siganme y les mostraremos otra forma de vivir.

 

y la vida continua...