Observe tantos muros degradados
como horas entre lechos de soledad
y el camino no eran tan malo, no lo era
solo frío, otoño y cuentos para el alma.
Vi muros rallados por la noche
inscripciones, graffitis sobre la pared
que delatan la verdad del tiempo transcurrido
entre preguntas y respuestas que arañan enigmas.
Contemple hojas caer al lado de los mismos
mientras despedía sin lastima alguna
el último verde de algunas plantas,
hasta apreciar el reloj de las estaciones cambiar.
Observe muros de distinto tamaño
inhalando y exhalando el aire fresco
pasando página tras página a otra sensación
del pasar de otro hombre sobre calles vacías.
DEM LEOR