Búscame, te estoy esperando donde espera la esperanza, estaré escondida detrás de los sueños y de unas cuantas ilusiones, ¡no te preocupes! reconocerás que son los míos con solo verlos, pues en cada uno de estos hay pedacitos de tu nombre y de tú recuerdo.
Búscame, te estaré esperando en una noche estrellada, ya he enviado a las luciérnagas para que alumbren tu camino cuando te canses de andar solo en la oscuridad y un suave rocío para que te acaricie y así puedas recordar mi dulce mimar.
Búscame, estaré con unas ganas acumuladas de ti, con unos labios sedientos que solo los podrá saciar el sutil roce de los tuyos y con unos cuantos caminos dibujados en mi piel deseando que tus dedos describirán nuevos andares.
Búscame para volvernos a beber y a vivir, para continuar con nuestra propia maratón de noches de insomnio, de letras y de notas, para no volvernos a dejar.
Búscame que te estaré esperando, no importa que hayan pasado unos cuantos días o incluso algunos años, búscame; así las horas te hagan creer que estoy cada vez más lejos de ti, búscame; así simule a otro darle mi querer, búscame; así digamos que nos hemos olvidado y actuemos como tal, búscame… solo búscame que te espero.