Como hembra en celo
perlada de amorosos sudores
emerges entre las sábanas
de ese mar en tormentas
que es tu cama.
Implorante de mis amores
cierras los ojos buscándome
en los oscuros recuerdos
de las palabras dichas
y los besos dados.
Distancia mal hadada
que no dejas que la abrace
y que mis labios lleguen
a su cuerpo rendido
de luchas ganadas.
Amada, del mar
del cielo embravecido
naufragas aferrada
al madero de los deseos
con mis besos en las manos.