Desata esa pasión
que en ti, encarcelada
oprime tus suspiros
deja en libertad
tu alma bien amada,
escapa a las sombras
que rehúsan ser tu luz
demuestra al mundo
la esencia de tu amor,
mas no dejes pasar
la brisa del destino
que fiel en tu camino
cual mariposa se posa
reprochando tu abnegación,
abraza tu rosa interior
que fluya su fragancia
que brote como lava
tu genuina pasión.
Así, flagrante renacerá
tu nueva vida, tu ilusión
una nueva carne serás
al supremo deseo del amor.
Autor: Jorge Aimar Francese Hardaick
- Argentina - 03-07-2016
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