Después de amarte,
te amo mas todavía,
y aunque te ausentes
en mi alma te quedas;
aunque se duerme el tiempo
sobre mis sienes no habrá
momento que mi amor
pierda movilidad y energía.
En frágil oración ayer huía,
del amor era un prófugo al viento,
en las veredas de mi piel hoy
te hospedas y me contagias
tu calma y me amas día a día.
No hay quién me ofreciera
una mañana mas clara,
una noche más mágica
y un sueño de amor
duradero y ferviente.
Son tan breves las horas
que trémula pasas a mi lado,
tanto tiempo de ti enamorado
reaviva el fondo de mi mente.
Cuando te siento tan cerca
se me va la idea, pero al pensarte,
amor tanto te siento;
marginal queda el entendimiento
si tu espalda miro entre sábanas
y a mi abrazo se arquea.
Cantan mis brazos y mi alma
entre ramas se adormece,
al viento ruego tu estancia
y al sendero tu pronto regreso,
así callado y polvoriento,
opaco la indescriptible espera
e hila mi mente un sedal de bruma
y en mi entraña surges como espuma
rutilante y sensual como Afrodita
y al sentirte adoro tu figura,
duermo con el concepto
de la pasión que se queda
a mi cuerpo circunscrita.