COMO UN PROSCRITO
Tantas palabras he escrito
para al final no decir, “nada”,
que me siento un proscrito
con su musa descarriada,
buscando en cada jornada
escribir algo bonito,
y que calme ese apetito
de mi pluma fatigáda,
intentando concluir la hornada
con poemas que a leer invito.
Pido disculpas a aquellos
que mis escritos devoran,
y por sus imprecisiones lloran
al carecer de esos destellos,
de tantos poemas bellos
que en muchos papeles moran;
y con sentimientos dóran
igual nobles que a plebeyos,
pues al leerlos se enamoran
haciéndose esclavos de ellos.
Al escribir soy consciente
de cuanto las palabras valen,
pues una vez que ellas salen
son propiedad de la gente,
y ellas harán o no simiente
dependiendo el cuanto calen;
a pesar de ser corriente
estudiarlas por si es conveniente,
que algunas ideas tálen
los inquisidóres del presente.
¡Escribir con la cabeza
desechando el corazón,
es hacer de la belleza
una fugaz ilusión!
Joanmoypra