Y ahora deja tu equipaje.
Después de viajar más de medio siglo,
despréndete de tu maleta,
quédate conmigo
en mi regazo de vida.
¿Por qué seguir caminando, loco,
en busca de otro amor?
¿Por qué quieres llenar tus ojos
de infinitos firmamentos
de muerte?
¡Quédate aquí!
No puedes volver atrás,
mi hombre dolido,
cazador de furtivos sueños,
emperador de desesperanzas
dios de ilusiones banales.
¡Quédate aquí!
No sigas avanzando,
no continúes la senda.
¿Por qué te empeñas en seguir enamorado
de ésa que te va a llevar
de este mundo?
¿Por qué no te fijas a mí todos los días?
¿Por qué no te das cuenta de que
yo soy tu vida?