Pienso el dolor,
metálica neblina
que viene a quedarse,
ahogando las risas.
Árboles desnudados,
con brazos clamorosos
hacia un gélido cielo.
Recuerdos olvidados.
Alimentos ausentes,
los ojos oscurecidos
y la mueca congelada.
El trabajo, fugitivo.
Amargura del alma que,
adormece la esperanza.
Si nadie la aguarda
¿para qué despertarla?
Carencia de amigos.
El corazón helado y,
los dientes apretados.
Sí, pienso el dolor.
¿Qué más?