Soledad, qué paz me brindas!
Y a la vez recargas de energía
Mi pensamiento impaciente
Cuando al final del día
sus ideas se agotan.
Soledad, sólo tú me comprendes
Cuando en silencio cuestiono
Y también reflexiono,
para encontrar las respuestas
A mis dudas y visiones.
Soledad, me invitas a nuevos desafíos
Y, en el Señor confío
Para salir avante
en la meta soñada
Mientras llega la nueva alborada.
Mirna L. Carranza