Antes de ti, habia llenado mis ojos con el cielo
claro y luminoso, oscuro y estrellado
y había interrogado al inconmensurable cosmos
sobre el por que de mi alma anhelante y expectante.
Antes de ti, había vertido mis palabras
en gravosos tonos y pálidos escritos
sujetos a una dimensión cuasimonótona
con trazos de sueños irresueltos.
Antes de ti, había activado el corazón
con movimientos certeros y predecibles
generando emociones moderadas
sosteniendo la inercia en el camino.
Y una noche, sustraída de un utópico sueño
tu mirada, rescatada de los origenes del tiempo
inundó mis ojos, y, obviando mi cuerpo,
transitó hasta el alma, apagando la espera.
Y mis palabras, desde entonces, se entonan
armónicas y rimantes, precisas y amantes
y mi corazón, invocado y convocado
se moviliza, impredecible y brioso, emocionalmente intenso.
Antes de ti, la medianía
Contigo, el todo.