Luz DeLuna

tu cuerpo, mi infierno casi cielo.

Llegaste a mí como una tormenta en invierno, provocando una lluvia de sentimientos difíciles de borrar de mi cuerpo, un cuerpo que pega gritos en nuestro encuentro.

Hechizaste mi vida y sentimientos, con esos ojos que se asimilan al cielo. Ojos que juegan a ser inocentes y son tan calientes como el infierno.

Tus labios me besan de cierta manera que me dejas sin fuerza. Labios venenosos que se disfrazan como un caramelo delicioso que no quiero dejar de morder.

Tienes una sonrisa, que ¡maldición! es tan diabólica y llena de deseo que me desnuda en un efímero momento.

Manos inquietantes que al tocarme la piel se desase, al tocar mis partes la lujuria empieza a desbordarse entre dos cuerpos que desnudos arden.

Piel con piel rozándose, provocando un grito ahogado totalmente excitante.

 

Solo bésame… ayúdame alcanzar esa luz que me haces ver al estar unidos en los momentos de placer.