Estos versos escribo sin quebranto,
ni retazos de pena, ni amargura,
estas rimas las cubre el gran encanto
que me diera tu dulce y gran ternura
No los bordo con triste desconsuelo
por perder la fortuna de tus besos,
mi poema lo envío con el velo
de los días de grandes embelesos.
A pesar que la gloria la perdimos
en mi mente tu rostro vive intacto,
recordando lo bello que vivimos
y tristezas del alma las extracto.
Esta historia que juntos escribimos
por un tiempo de dicha nos llenó,
pero un día sus páginas rompimos
con final que ninguno lo esperó.
Hubo escenas repletas de caricias
otras llenas de amargo sinsabor,
pero guardo tan solo las delicias
que ofrecía la dicha de tu amor.
Mis recuerdos te guardan como estrella
que me diera su espléndido fulgor,
y por siempre serás la flor mas bella
que mi vida adornó con su color.
Imagino que piensas tu lo mismo
que la historia termina sin rencor,
que la causa de nuestro triste sismo
fue dejar la quimera sin fervor.
Al poner el epílogo a la historia
considero que fuiste regio sol,
y deseo tener en mi memoria
tu sonrisa que fue mi gran crisol.
Autor: Aníbal Rodríguez.