emmanuel sèbrol

carta a un amor desde el olvido.

Escondidos tras la nostalgia de los recuerdos se esconden amores muy intensos. Tan intensos, que quisiera borrarlos como el frio polar borra los rios y los convierte en hielo. No. Me equivoco. ¿En què estoy pensando? Cuando el calor derrita este hielo, los rios volveran a correr sobre las cicatrices del rio. Imposible borrar los recuerdos es.

Tanto he querido olvidarte que te recuerdo con màs amor que ayer. Tanto he querido olvidarte que te haz convertido en mi Padre Nuestro, tanto que te rezo en las mañanas y en  las noches. Me da gusto que ya no estès aquì, que te hayas marchado. Tanto amor te enfermarìa, tanto calor y tanta pasiòn terminarìan por fundirte a mi que seriamos uno solo. Yo no quiero eso. Te necesito lejos para verte como algo que yo no puedo ser, pero que me complementa. Necesito verte como los àrboles ven a la lluvia o al sol, con necesidad, con deseo.

Todo se resume en amor. El amanecer, lo caliente del sol de medio dia, la hermosa tarde que junto a ti agacha la mirada por que no hay ojos màs tristes y hermosos que los tuyos. La lluvia, las estrellas, la luna. Tan desconocidas son parami, como tù misma. Y aun asì te amo.

Es mejor vivir con los recuerdos cuando se ama tan intensamente, por que cuando se ama de esa manera, no se deja vivir y yo quiero que tù tengas vida. lejos de mi existir, pero viviendo en mi.