Me llenaste el corazón de esperanza,
te nombraba en cada latido
como un ángel de luz,
como una flor
que su perfume no se desvanece.
Te veía en sueño como diosa.
un día tus palabras sin calor
helaron mi corazón.
Entre llantos y suspiros me dejaste.
no pude resistir la idea de perderte,
quise retenerte en mis brazos,
vanos fueron mis esfuerzos
te seguí con una suplica.
Con esas esperanza
que me diste al conocerte.
te fuiste, ya no estabas,
había quedado en el camino
mariposa enloquecida de luz.
La luz de tus sueños
tus alas habían quemado.
CATALINAMARIA