A veces desentierro mi niñez, hago memorias,
vuelvo al pueblo de mi infancia. Diviso recuerdos,
vagos, inciertos recuerdos, lejanas historias.
Estoy donde ya nada entiendo, sueños que pierdo.
No hay tierra más bella que la tierra de la infancia.
Pero nada queda de mi pueblo de aquel tiempo
¿Por dónde van los recuerdos de suaves fragancias?
¿En qué olvidado ayeres viven mis pensamientos?
Frente a mí, la casa grande, la que era mi hogar.
La casa era blanca, ¿Dónde están las galerías?
¿Y el altillo, donde supe la lejanía espiar?
¿Y el árbol de los juegos? ¡Ah añejas alegrías!
El pueblo de mi infancia cosa vaga del ayer.
¿Dónde está la glorieta de los días venturosos?
¿Dónde están las cosas testigo de mi niñez?
¿Volver para qué? ¿Para qué designios misteriosos?
¡Buscar retazos de la casta vida de otro tiempo!
¡Quizás de otro pueblo, perdido en el Cerro Azul!
¡Ah! ¡Viejos aromas acarreados por nuevos vientos!
¡Aromas indemnes llegan como un haz de luz!
¡Viejos aromas del pueblo de mi corazón!
Viejas calles de tierra con olor a leyenda.
¿Dónde están los sonidos del ancestral odeón?
¿Dónde está toda la gente? ¡La gente pudenda!
¡El pueblo de mi infancia solo es vieja historia!
¡El pueblo de mi infancia solo existe en mi memoria!
nelly h
05/07/16
Argentina