Una perla líquida
se cae paulatinamente sobre mi mejilla
una liberación de emociones atrapadas
una expresión de tristeza
no de alegría
un hecho reforzado
por su sabor doloroso
en el momento que moja
mis labios temblorosos;
bañando la punta de mi lengua
con recuerdos agridulces.
Adiós, una despedida para siempre