Al final del sueño infeliz,
cuando se acabe la vida,
me iré cabalgando feliz,
sobre el lomo gris,
de un bello unicornio azul,
espacios etéreos y sútiles
e iré amando al océano azul,
acariciando la brisa de las flores,
y del paraíso de jazmines sus aromas.
En el unicornio príncipe de luz,
llegaré a los cielos de Dios,
y el pastará alegre en las estrellas,
trayéndome inspiración,
en mi media luna de las noches bellas,
encontraré al fin el amor soñado,
que dormido, y paciente espera,
desde el principio de los tiempos,
cuando nacieron las esferas.
Y ángeles y sirenas cantarán al amor
primaveras sin dolor, en noches plenas,
los luceros apagarán los fuegos,
y los infinitos astros brillarán,
se oirán los dulces cantos,
danzaran las hadas milagrosas
el baile de parlanchinas rosas,
en arroyos celestiales se bañaran mis sueños,
e imaginación divina se esconderá,
en su cuerno añil atesorado.
Serán fantasías de los mortales,
tejidas en las azules crines,
develándose los misterios eternos,
guardados en el unicornio azul,
su cuerno encantado se clavará,
en la ciega bruma de la tierra hostil,
desapareciendo el mal sobre las olas,
la tristeza, morirá en la soledad,
los versos traviesos alegres reirán,
y la infinita belleza renacerá.
Raquelinamor
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Venezuela/2016