Vagabundo...
que yaces por las calles
de este mundo,
eres la imagen zozobrada
de la ignota dignidad...
y de la esperanza
entristecida.
A nadie empobreciste...
mas todos te robaron.
A nadie enajenaste...
mas todos te expoliaron.
A nadie arrinconaste...
mas todos en el saco
del olvido...
te olvidaron.
¡Oh hermano mío
vagabundo...
que caminas por el mundo,
en libertad sincera... !,
ni las aristas del silencio
que acarician
tu abandonada estrella,
podrían igualar
ni por un segundo
la primavera...
que en su eternidad perpétua
y etérea evanescencia,
revisten...
su inigualable orgullo
de inalterable gracia...
y desnudada aurora.