Te elijo a ti para despeinarme la vida, para hacerla lucir delírica.
Elijo las palabras que pronuncies como mis favoritas.
Elijo tu amor para abrazarme en el infierno y elijo tus labios para besar mis deseos.
Te elijo para romper mis expectativas y diseñar nuestra propia adrenalina.
Te elijo a ti para quererte y cuidarte, para escribirte y soñarte; acompañarte al averno y permanecer bajo el calor de nuestra penumbra, y que sólo la luz de nuestros ojos nos permita ver nuestras almas.
Te elijo, ante mis demonios sedientos de sangre, como el amor de mi existencia.