y te enciendes en furor aquí en el lecho
y tus manos viriles me exploran
como que suavemente gimen y lloran
de deseo... de pasión... de placer
y nos amamos con locura hasta el amanecer.
Me gusta cuando callas y en contemplación
gimiente me besas con tus ojos ardientes
cada rincón de mi piel que ruega por más
y esta pasión que no acaba jamás
que sólo tú sabes llenarla y saciar...
Me gusta cuando ríes entre cristalinos sonidos
y tu risa se pierde en mi apasionado ritmo...
los movimientos cadenciosos de mis caderas
y parece que descansas ya dormido
entre los pechos sudorosos de la primavera.
Me gusta cuando duermes a mi lado
ya completamente extenuado, relajado
con una exquisita sonrisa entre tus labios
y el sabor del futo tan preciado
que pudiste saborear aquí en el lecho.
Me gustas todo mi amado dueño
me gustas cuando callas, cuando ríes
cuando duermes perdidamente entre mis brazos
y se pierde tu silueta entre mi sueño.
Carmen Lidia Feliciano
4 de julio 2:30 am