Ribera sur que estas echada bajo el Cordón
de verdosas extremidades
de prófugos caminos enripiados,
traza un atajo, para llegar vistoso
donde pueda tener lugar el equipaje de esta malicia
de esta mala maña.
Quizás sea desde tu costanera que arroje el frasco
donde he guardado mis siniestros enojos,
esas insolentes amarguras.
Tal vez por debajo de las ropas
saque mis angustias que apestan
para lanzarlas a tu río.
Hoy me quiero liberar de esta hórrida guerra en el corazón.