Quise hacer de mis rimas una llave
que las puertas de tu alma las abriera,
y poder, con ternura hallar la clave,
que la calma a mi vida le trajera.
Inventé con mis versos mil colores
que llenaran de luz tus negros ojos,
y que vieran los muchos sinsabores
que convierten mis días en abrojos.
Quise hacer un melódico soneto
y que tú lo prendieras en tu pecho,
que supieras que todo te lo acepto
por tener tus caricias en mi lecho.
Yo quería que vieras esas penas
que me invaden al verte tan distante,
y que tú me quitaras las condenas
con mirarme siquiera un solo instante.
Que los dos inventáramos un mundo
todo lleno de música y de versos,
navegar en delirio muy profundo,
en tus besos que son mis universos.
Mas parece tu amor está vedado
con cerrojo difícil de romperlo,
y me quedo pensando, apasionado,
que tu cuerpo jamás podré tenerlo
Autor: Aníbal Rodríguez.