Amanece,
De nuevo el polvo traduce
Las pisadas translúcidas
Los cuerpos febriles desmembrando
el gemir de las mareas
La mueca plomiza
diseminada en el tiempo
El precipicio de acero fue compartido
Por mis grietas/mis espacios
Regresaban las filosas nevadas
Insomnes de esos días
Los andamios contra la luz
seguirían intactos
La indescifrable contrariedad
le desgarraba las alas,le oprimía el desenfado
Pude haberme amurallado el corazón
_diría el perseguido_
pero las hachas seguirían
deambulando mis espejos
se que nadie vendrá a apuntalar
la alquimia de mis huesos
ni a condenarme contra el recuerdo
toda esa dureza
que a veces comparto con el silencio
es la que me mantiene alerta
mis antiguos fantasmas nunca me traicionan
en algún designio no protegido por la memoria
fui el ángel caído
marcado por el filigrana tenaz
de la llovizna
y puede que también me amuralle el corazón
aunque sigan vigilándome
los invasores de siempre.