yito

Dueña.

 

 

Me gusta andar por las calles de tierra

Lejos, muy lejos del centro, despacio,

saboreando de a sorbos su silencio,

contemplando el asombro de los campos

cuando por el cerro, marcha la tarde

a contarle sus sueños a las estrellas,

dejando que me acerque la nostalgia

escondida entre las nubes, la imagen

de aquella que fuera, en otros tiempos

dueña de la sombra, que a mi sombra

cediera el aliento de sus besos