Tus fríos labios
me queman al besarte;
mi cuerpo,
como leña seca,
va tomando el fuego
que ocultas cautelosa.
Como una niña,
bajo tu piel,
guardas celosa
tu calor,
tu pasión,
tu amor.
Temes
que mis manos
al tocar tu piel,
roben para siempre
tus tesoros.
Batalla compartida.
Terminaré
desplazándome hacia mi yo;
dejaré de luchar,
aceptaré tu amor...