Ahora que ya recorrí tu espalda, creo que ha llegado el momento de despedirme
quizás me toca encontrar nuevos suspiros que explorar, quizás no, el tiempo si es que existe, se encargará de decidirlo
fue perfecto ser el navegante de tus piernas, el hundirme entre tus olas,
y que decir de haber encontrado mi nombre en tus gemidos y ser profeta en tu lengua
Me quiero ir? te aseguro que no, debo hacerlo? no estoy seguro, pero a veces debemos hacer cosas aunque no queramos.
a veces la inmensidad de los kilometros y del tiempo no son suficientes, a veces solo hace falta una mirada que diga vuelve