¡Hola amigos! No estoy sola, me acompañan la brisa matutina y los molestos mosquitos,
llegan a mis predios hallando en mis piernas suculento desayuno, y un nutritivo alimento,
¡Vean¡ yo desdeñando de ellas, y otros las aman y saborean contentos, ¡Ay! pican duro,
los aguerridos zancudos e intrépidos insectos peludos, beneficiarios fueron de la lluvia,
y la verdad no se, para que sirven los pequeños vampiros, ni porque debo exterminarlos,
¿Acaso ellos no tienen derecho a la vida? ¡Claro que si! mientras les doy duro con un trapo,
muy a mi pesar de ello, debo acabar con ellos, ¡Sí! son enemigos que nos matan silentes,
trasmiten el paludismo, chicunguya y otras tantas enfermedades también que no recuerdo.
Así dejaré de disfrutar de mi hermoso amanecer, para volver de regreso a la torre de cristal,
encerrarme entre mis cuatro paredes con aire artificial, y dejar se cuele un poco aroma de sal,
traído del viento del lejano mar y las flores hermosas que circundan el ambiente providencial,
¡embriagante! de naturaleza divina ¡Ah! no quisiera entrar, pero, ni modo, los zancudos ganan.
Pensaba, ¿si hubiese sido un pintor? pintaría todo aquello bello que grato a mis ojos es,
como el pródigio de color, cuanta maravilla del creador, y haría de este amanecer un lindo cuadro,
parecido a un Monet, pero desconociendo dicho arte celestial, mejor escribo, buscando en mi mente,
palabras acordes para dibujar la belleza espectral que mis ojos ven, en letras, sin duda otro arte,
¡por cierto! es cual magia bendita lo que ve mi alma bonita, escucho, siento, huelo, y percibo, trigos,
debiendo dar alimento a mi imaginación furtiva, entonces escribo.
Pero ahora, me encuentro obligada a entrar, comienza a llover de nuevo, y la brisa a soplar,
me preparé un café negro, con cantos del cristofué, o un té de menta, con mi alma de cenicienta,
si acaso, algo queda en la despensa, seguiré mi labor adentro en el aposento frío, y espero lleguen mis ríos.
Al rato regresaré, cuando apacigüe la lluvia, salga la luz de tul y despíerten los arrendajos.
Miro a través de la ventana, el lindo jardín de amapolas de mi vecina Paola, desde de la cocina,
pero antes, no había notado los diferentes matices del verde, de sus arbustos ornamentales,
que tan hermosos adornan de ramilletes radiantes, el frente de su casa blanca con techos rojos y grises,
y se gozan ante mis ojos, sedientos de su real belleza que luce en medio de la maleza.
Ahora caminaré un poco, aquí mismo en la terraza, para poder disfrutar de la hermosura natura,
Así caminé un largo rato, de un lado a otro, apenas unos 6 u 8 metros, pensando. Y de pronto...
tuve la extraña sensación de sentirme como un león enjaulado, y comencé a pensar como león,
a sentir como león, caminando sin parar, de extremo a extremo en el balcón, como en pequeña prisión,
y seguía estando en el mismo lugar, ¡Oh! triste vida la del león enjaulado, preso, condenado,
que muere indefectiblemente estresado, y me pregunto: ¿Que hizo el león para ser castigado?
¿Ser criatura hermosa, diferente, sin ser amado? y ¿De que le sirvieron la cantidad de atributos?
si por ello perdió la libertad, la alegría de vivir, la paz, la tranquilidad, la compañia que quería,
para satisfacer sin querer, la curiosidad del hombre, ¡maldito ser! que no le vió nacer, y da padecer,
para proveer dinero que a otros muchos interesa, o cualquier torpeza.
Como quisiera mi alma, no existieran los zoológicos, prisiones de hombres salvajes, para fieras inhumanas,
para especies inocentes que jamás han pecado, y cuyo único delito fue nacer en el paraíso equivocado,
ese creado por Dios, un Dios de vacaciones acostumbrado, o tal vez hastiado.
Sigo escuchando el canto de las tórtolas, un pequeño pajarillo llega y juguetea de una rama a otra danzando,
su canto de la alegría o como si diera gracias a Dios por el nuevo día, pero...es inevitable,
sigo pensando en el léon enjaulado... y camino, camino sin descanso, y sigo en el mismo lugar.
¡Que humanidad! tan carente de justicia y piedad, hombre monstruo de maldad, canívales habitantes,
destruyen están el habitat a los animales, dejando a los hermanos menores sin abrigo y hasta a la misma especie,
inventando siempre formas miserables de buscar dinero manchado, talamos los bosques, dejando aves sin hogares,
y en oceános a los tiburones sin aletas, en las selvas a los elefantes sin colmillos, y hembras sin pantaletas, ¡jejeje!
desvarío, montañas sin osos, pues le robamos su piel, para el comercio también y a los niños su inocencia,
a los jóvenes sumidos en demencia esclavos de alguna droga, y que decir, de los tratantes de blancas,
capturando hembras para la prostitución, cual ganado acorralado en mataderos para ser beneficiados
por la hambrienta jauría de machos y de borrachos, ¡Ay! Dios ¿Cuantas cosas feas se pueden ver?
Y que guarda el alma negra de la gente mala de la creacíón malsana, de nuevo me pregunto:
¿imagen hecha a semejanza de Dios? según se relata en el libro del Génesis, ¡No que va!,
¿Sería a semejanza del demonio? y se manifiesta a través de las acciones cobardes de los hombres.
¡Ah! pero aún así, que paraíso tan bello es nuestra tierra, aunque lamentablemente vivimos en guerra ,
estamos destruyéndola y destruyéndonos asimismo, ¿Porque? por la subsistencia, por la vida de opulencia,
por la indecencia, por la ciencia, por la demencia y todo aquello que termina en encia y...
¿Que tal si todo hubiera sido diferente? y corriésemos libres como las liebres, por los bosques,
alimentándonos de semillas, vegetales y frutos silvestres, de hierbas en las praderas y el león aunque al acecho,
cuidaría de nuestro pertrecho, y siguiéramos el orden constitucional, perdón, quise decir, el equilibrio ecológico natural
y cada quien a lo suyo, ¿hubiéramos aprendido? a sobrevivir en armonía y como en la radio, en sintonía sin melancolía.
Pero, mientras mas lo pienso, mas entiendo y comprendo que el único que no encaja bien en este mundo absurdo,
no es el zurdo, es el astuto ciempiés y el hombre que ves, desde Adán y Eva en sus comienzos tan de cuento,
hasta el último elemento de su descendencia. ¡Yo por ejemplo! jodida pero contenta.
Fin de este pensamiento, tengo sueño, he pasado el día pensando, ahora resumiendo mi cuadro de letras sin tretas, sin rimas,
ni viñetas, voy a descansar pero antes iré a dar de comer al gato y luego a dormir un rato y mañana tal vez,
escriba de nuevo un poema, sino, les regalo un poco de mis espesuras, de este viejo tema, ¡no se! si se molesten, o se rían,
o piensen que a su mente distracción procura, una ración de mis frescas locuras, en estos días que ando algo enferma,
buscando cura y yo les hablo con mi buho interior.
Besos y saludos de universal amor de raquelinamor