Tierna como la sonrisa de un niño
Tu corazón ardiente de pasiones
Invita al holocausto de tu encanto
Llenando mi vida de ilusiones.
Cuando duermes
Eres como una indefensa criatura
Y cuando miras
Eres mortal daga que mata.
Me conduces al cielo
Con tus halagos
Y cuando quieres, al suplicio
Con tu letal indiferencia.
Ardiente y fogosa
Develas tus ardores
Desbordando cual río descarriado
Mis íntimos deseos.
Tu mirada me doblega
Haciéndome prisionero de tu hermosura
Mientras tu piel me encarcela
Con su ardiente galanteo que enamora.
Tu incestuoso cabello
Me conduce al camino del abandono
Mientras recorro tu silueta con mis besos
Termino perdido entre tus brazos.
No sé qué pretendes con este sueño
Que vive conmigo
Desde que te conocí
Y decidí entregarte mi amor.
Pero te aseguro
Que te amo con locura
Y que de mi vida eres
Mi tortura y mi alegría.
Exhausto sin reacción alguna
Me pregunto
Si un día podrás amarme
Con la misma alegría que la mía.
Cuando estoy contigo
Mis días grises
Se convierten en multicolores
Y cuando me dejas
Nubarrones de zozobra invaden mis horas.
Si no te interesa mi amor
Déjame marcharme
Pero ten presente, que siempre estaré allí
Para cuando tú quieras, darte mi corazón y mi vida entera
Mientras tanto, te seguiré amando
Con la misma ilusión
Sin importar si un día
Compartirás conmigo mi ilusión de niño.
Pero mientras viva
Mi corazón te pertenece
Al igual que mis sueños
Dulce niña mía.