Ahora tengo tantos recuerdos de
ti conmigo, saltando y
revolcándose entre las nubes
pasajeras de mi mente.
Te veo tan perfecta y adictiva,
te veo como un tibio amanecer,
tan resplandeciente y anhelado,
tan maravilloso.
Maravilloso como las tardes juntos,
de lenguas sueltas y sonrisas insinuadas,
con miradas transparentes y atrevidas.
Y no fuimos nada, nada juntos
y un poco mas separados,
tu en tu tormenta y yo
volando sobre mis nubes pasajeras.
Era inevitable y si lo aceptó fue imprescindible,
te fuiste y te escondiste,
creciste y aprendiste,
si cariño aprendiste.
Pero yo, yo me quede,
volando y soñando,
reprochando tu partida,
buscando un cielo claro evitando tormentas.
Algún día tenia que alcanzarme el mal tiempo,
pero siempre me vigilaste sigilosa,
de lejos y amorosa.
Quisiera verte conmigo sin ser nada como siempre,
verte volar entre nubes
y yo soportar mi tormenta.