Hace poco visite unas playas, eran como esmeraldas, más transparentes y
cristalinas que el agua, en ellas todo el mundo se bañaba, ese inmenso
sonido de mar a todos nos llamaba.
A su alrededor observe unos increíbles resorts, gentes de todas partes, a todos
nos unía ese sentimiento de bañarse en aquella playa mágica
que tanta historia guardaba.
Al preguntar su nombre me respondieron Punta Cana, aquel era el lugar,
esa la hermosa playa, la arena blanca, el fuerte oleaje,
el destino final de mi corto viaje.