Viejos Sabios
Los años traen sabiduría,
muchos dolores corporales,
canas señal de experiencia,
y de una vida de aprendizaje.
Es que hay que llegar a viejo,
para recibirse de sabio,
porque es en el vino añejo,
que yace el placer de los labios.
Allí se ven nuestros sabios,
postrados en una silla,
observando por la ventana,
como se pasa la vida.
Amontonados en los geriátricos,
dopados hasta la médula,
muriendo en el abandono,
derrotados casi sin fuerza.
¡Ay cuanta desdicha!
cuanto saber desperdiciado,
cuanta ignorancia queriendo,
que Chronos corra al encontrarlos.
Ellos son sabios del amor,
tienen mucho para enseñarnos,
mentira que se pierde tiempo,
el tiempo solo se gana al escucharlos.