Estoy enloqueciendo,
los pensamientos me piensan a mi
y mientras tanto yo,
perdida
quizá en un universo paralelo a este.
Estoy enloqueciendo
entre los Por qué que me pregunto a diario,
entre lo que dejo de hacer,
entre lo que hago y no debería hacer.
Estoy enloqueciendo
pues mi esencia está perdida
en un tráfico inmenso de información que,
si no es por falta de inteligencia,
no he logrado asimilar.
Estoy enloqueciendo
y lo escribo así mientras reposo en la cama,
con las luces apagadas,
la persiana abajo,
y la mente,
ausente.
Estoy enloqueciendo
pues lo he perdido todo,
todo lo he alejado,
todos me han alejado,
¿Será por que no soy estable?
Qué clase de discriminación es esa,
claro,
ya entiendo,
nadie tiene tiempo para eso,
ni mi reloj lo tiene,
por eso estoy enloqueciendo.