El brote de tus lágrimas
surgiendo de esos ojos plañideros.
Naciendo en las entrañas
del amor, del afecto,
del dolor, la emoción o el sentimiento.
Son lágrimas que emergen
con ritmo lento, lánguido y sereno,
de tu pecho viviente,
de tu núcleo recio,
convirtiéndose en fuente, de sustento.
Son canales fluyendo
cual ofrenda de vida y esperanza,
que por venas de riego
a los campos se arrastran
desde tu corazón, en la Alfaguara.
Son lágrimas de pena
que viertes sin parar por un hermano
que murió... a tu vera,
sin piedad, fusilado;
el amor a la vida, su pecado.