La vida es un juego que emana,
en el que vences y no pierdes,
pues de tanto perder aprendes
y si aprendes también ganas.
Jugando, tantas veces he caído,
tantas, como me he levantado,
pues la vida es solo un dado
que te da tu merecido.
Un juego para diferentes edades
y creo saber cómo vivirlo:
caigo, me levanto y no me rindo.
Superé tantas adversidades
que ya no sé cómo decirlo,
por eso callo, aprendo y brindo.