hernan jose

MEDIOCRES

Hoy naufrago en mi propia condena,

Ser transparente ha sido mi desdicha;

Este mundo no conoce el alma humana,

Esta sociedad no sabe de versos, ni melodías.

 

El alma aflora en su propio caudal

Y los hombres solo quieren destrozarla;

Las leyes del sistema putrefacto

Han condenado al ser a la mente animal.

 

¡Oh mediocres que critican en silencio!

Siendo que el silencio es la resonancia de la multitud

Y en el bullicio más estruendoso,

Se escucha la alborotada voz de la crueldad.

 

Eres tú, la miseria humana

Que destruye el amor en su ansiedad;

Eres tú, el ropaje negrecido

Que oculta sin piedad la mezquindad.

 

Eres tú, el peso del karma

Que la lengua carga por su maldad;

Eres tú, la musa del infierno

Que seduce a los tontos de la humanidad.

 

No sabes cual condena apropia

A la ingratitud despiadada de tu ser;

Te conozco, eres el demonio,

Que utiliza la lengua de los infelices

Que destruyen sin sentido y con placer.

 

Mas allá; - detrás del cuerpo,

Yace tu alma infernal;

Mediocres que tanto critican,

Solo hablan de su propio mal.