El mundo ideal es el del amor.
Pero no sólo el que tú sientas por él.
No el que sólo sientas por ella.
No es sólo el que yo siento por ti, amada mía.
El gran mundo ideal agregado
al del amor, es el de la sinceridad,
el de la bondad, de la comprensión.
El mundo falto de hipocresía.
Un mundo ausente de querer superarse,
pero sin tener la intención de aplastar
la ilusión de superación de nuestro hermano.
De nuestro amigo de la vida.
El de la niñez, hasta el día de hoy.
Mundo ideal. Estamos en una era
que existe tanto resabio y mezquindad...
que no tendrían que existir,
para lograr ese pretendido mundo ideal.
Existe mucho la envidia...
Debemos hacerla a un lado,
que no sea nuestra compañera de sentimiento,
arrancarla de nuestra alma,
para poder ser mejores humanos.
Hay tantos que se mueren de hambre
en el mundo, y así como existen seres
que de corazón entregan parte
de lo que tienen para compartir
con el que más lo necesita,
están los indiferentes, los que nada
les importa de la pobreza ni del hambre
de los demás.
Mundo ideal.
El desear que sea buscado con amor.
Y que éste sea primordial
para que el mundo logre ser ideal.
No burlarse de los desvalidos.
No mofarse de los defectuosos físicamente.
Poner dentro de nuestro corazón,
un poco más de amor hacia los demás.
Todo sería más bello.
La belleza no solo existe en un bello cuerpo,
ni en un hermoso rostro.
La belleza debe existir en las almas
de todos nosotros,
sobre todo los que estamos
en esta página.
Evitar las discrepancias.
Aceptarnos los unos a los otros.
El mundo ideal...
Pregonar lo que el alma siente,
sincera, verdadera, auténticamente,
sin falsedades, sin hipocresías...
No a la violencia de género.
No al delito. No al robo.
No al abuso sexual.
No a la discriminación.
No al correr carreras automovilísticas
y arrollar entre sus ruedas
a pobres inocentes que
caminan por las calles.
No a las guerras.
No al saqueo.
Tantos y tantos no...
para poder lograr
un mundo ideal...
Hugo Emilio Ocanto
Brigada del escenario.
13/07/2016