monique ele

Oscuridad de la tarde

 

 

Me sacude el alma.

La página es

un universo blanco.

No llenes con palabras el ruido,

que lo no dicho me arrastra.

¿Quién dijo que la razón nos domina?

ese alguien estaba equivocado.

Buscará alguna razón más razonable

para tristes enunciados.

No seré yo quien diga

que todas las tonterías fueron

mis más profundas verdades,

que ocupé mi tiempo y mis días,

porque el ocio me aterra,

que gasté tinta y teclado

escribiendo nombres,

porque me espanta

escribir el vacío;

que lloré, es cierto...

pero solo porque me asusta

ausentarme de sentimientos.

Tengo una orfandad pequeña de la vida,

y un gran matriarcado de la muerte.

Estoy dispuesta a des-hacer estigmas

para des-coronarme mesías.

Que la lluvia lave las heridas,

ninguna causa será

más importante que ninguna,

alguna será menos importante que todas,

y menos es más... siempre más.

La justicia es la que olvida por igual.

El olvido es esa muerte justa

de la conciencia.

Todos los zapatos van

hacia donde hay preguntas,

caminan ensayando respuestas.

Pero los muertos no se cuestionan,

no se enmiendan,

saben que Caronte los lleva sin retorno.

Ni cara ni cruz en sus manos.

Des-carada... des-cruzada vida...

Oscuridad de la tarde,

que me llenás de luz.