Puede ser que mi vida este en esa montaña,
puede ser que allí plante mi hogar…
donde navegando vaya el corazón
y mi sangre vibrando de locura
con el rosal sinfónico de Mozart.
Puede ser con mis tres perros ovejeros
aventurando en tierras,
reposando en amaneceres de a celeste.
Puede ser sin más…
Ser nadie para las gentes…
Empaparme de amoríos con la soledad.