Siempre que se trata de tí todo es diferente.
Eres como la lluvia fresca que anhela el desierto,
eres como el rayo de sol que se espera ver en invierno,
eres la dulce compañía que requiera el náufrago,
eres lo que mi alma tanto deseaba.
La soledad deja de sentirse vacía a tu lado,
el sol envidia tu calor,
la luna muere por tu belleza;
el firmamento quiere ser tan basto como tú.
Amor, esa pequeña palabra,
esas cuatro letras vanales
tienen sentido cuando se trata de tí.
El miedo deja de ser pusilánime,
la oscuridad resplandece;
todas las palabras procuran estar en tu boca.
Llenas con tu fulgor cada rincón,
de tu boca sale la pasión;
y, tus ojos reflejan la más pura inocencia.
Eres tan maravillosamente diferente.
Eres mi chispa de irrealidad en este hosco mundo,
eres mi ventanal hacia la libertad;
eres el lugar donde me pierdo para encontrarme,
eres mi luz al final del túnel,
eres la antorcha que alumbra mi recorrido.
Siempre que se trata de tí todo es diferente.
Y me gusta. Me gusta que seas así.
Resplandeces de tal manera que nadie te puede opacar,
eres mi pequeño cofre del tesoro;
lleno de sorpresas y riquezas, me haces tan feliz.
Siempre que se trate de tí todo será magníficamente diferente.