Permiso a Dios yo le he pedido,
para poder unirme con un ángel;
me ha dicho que me encuentro redimido:
¡y puedo convertirme en un arcángel!
Temor le tengo a Dios, aquí confieso,
sin Él la inspiración es vano intento;
podría deducir que tengo seso:
¡e iría por el mundo muy sediento!
Un Nardo soy Señor que Tú has regado,
estando muy pequeño allá en el huerto;
mi esencia por doquier habrá quedado:
¡y puedo florecer en un desierto!
También Jazmín seré si es necesario,
dejando efluvios voy por donde paso;
Jesús, Tú lo llevaste en el Sudario:
¡se siente, incluso, no le hagamos caso!
La historia se remonta a muchos años,
la dueña del jardín, mi Abuela era;
jamás la puerta abría a los extraños:
¡me hallaba lejos cuando se muriera!
Mi vida está colmada de aventuras,
dejé en la patria chica mil historias;
tesón lucí en las épocas más duras:
¡lo estoy narrando ahora en mis memorias!
Por tu taller pasé Gran Alfarero,
licencia Tú me diste, Honor y Gloria;
haciéndome saber que aquel lucero:
¡es de verdad, no imagen ilusoria!
Del éter, Alma Pura, descendió,
unirte a Ella puedes, nada temas;
celébralo, que el bosque, se incendió:
¡podrás parir decenas de poemas!
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino