Como nube que presagia tormenta,
como frío que atenaza las manos,
como grito en la noche silente,
como angustia, como olvido, como muerte.
Te alejas sin volver la mirada
y me quedo con la pena de no tenerte.
Me hiere el silencio de tu ausencia
como espina clavada en el alma.
Respiro y sufro, sufro y respiro.
Se acabó el hoy y no habrá mañana.
La oscuridad cae como maza
sobre mi mente, mi destino y mi esperanza.